Gastro

Ciudades más baratas y caras para comer en Europa

El costo de las comidas y bebidas puede convertirse en un factor determinante al planificar vacaciones en Europa.

2 minutos

6/7/25

Viajar en temporada alta puede poner a prueba cualquier presupuesto. Más allá del gasto en transporte y alojamiento, la elección del destino también pasa por algo clave: el precio de la comida y la bebida. Elegir ciudades donde comer fuera sea asequible puede marcar la diferencia entre un viaje ajustado o uno relajado, dándonos más margen para experiencias inolvidables sin comprometer nuestras finanzas.

Las ciudades más asequibles para disfrutar la gastronomía europea

Un análisis realizado por la plataforma de reservas Omio señala que Pristina, la capital de Kosovo, es la ciudad más económica de Europa para comer y beber. Aquí, el coste medio de una comida ronda las 4,84 euros, mientras que una cerveza local cuesta cerca de 1,93 euros y un capuchino apenas 1,18 euros. Pristina no solo lidera el ranking general, sino que figura entre las más baratas en cada categoría analizada. Sin embargo, cuando se trata de cerveza, Minsk en Bielorrusia destaca con el precio más bajo: 1,09 euros de media.

Más allá de Pristina, otras ciudades del sureste y este de Europa ofrecen precios muy amigables. Sarajevo, Skopje, Chisináu y la propia Minsk se ubican en los cinco primeros puestos, todas con comidas por debajo de 11,60 euros. Lugares como Podgorica, Praga, Budapest, Sofía y Tirana completan el top 10, consolidándose como destinos ideales para viajeros que quieren saborear la cocina local sin vaciar sus bolsillos.

Ranking de las 10 ciudades más baratas para comer y beber en Europa:

  1. Pristina, Kosovo
  2. Sarajevo, Bosnia y Herzegovina
  3. Skopje, Macedonia del Norte
  4. Chisináu, Moldavia
  5. Minsk, Bielorrusia
  6. Podgorica, Montenegro
  7. Praga, República Checa
  8. Budapest, Hungría
  9. Sofía, Bulgaria
  10. Tirana, Albania

Las ciudades más caras para comer y beber en Europa

En el extremo opuesto del espectro está Oslo, capital de Noruega, que se posiciona como la ciudad más costosa de Europa para comer fuera. Según el estudio de Omio, una comida en Oslo cuesta unos 23,50 euros de media, con una cerveza local a 10,23 euros y un capuchino a 4,29 euros. Este marcado contraste resalta las diferencias en el costo de vida en el continente.

Otras ciudades que figuran entre las más caras son Vaduz (Liechtenstein), Reikiavik (Islandia), Copenhague (Dinamarca) y Berna (Suiza), todas con precios de comidas que pueden superar fácilmente los 23 euros.

Son destinos que destacan por su alto nivel de vida y que suelen requerir presupuestos más holgados para disfrutar de su oferta gastronómica.

Ranking de las 10 ciudades más caras para comer y beber en Europa:

  1. Oslo, Noruega
  2. Vaduz, Liechtenstein
  3. Reikiavik, Islandia
  4. Copenhague, Dinamarca
  5. Berna, Suiza
  6. Mónaco, Francia
  7. Dublín, Irlanda
  8. Helsinki, Finlandia
  9. Ámsterdam, Países Bajos
  10. Ciudad de Luxemburgo, Luxemburgo

Cómo elegir el destino ideal según tu presupuesto

Si bien la belleza de Europa está en su diversidad cultural, histórica y paisajística, los precios de la comida y la bebida pueden ser determinantes al planificar un viaje. Ciudades del este y sureste del continente ofrecen una excelente relación calidad-precio, permitiéndote explorar mercados locales, restaurantes y cafeterías sin romper la hucha. Por otro lado, destinos nórdicos y de Europa Occidental suelen requerir una planificación más cuidadosa para evitar sorpresas en la cuenta.

En definitiva, conocer estas diferencias te permitirá elegir el destino que mejor se ajuste a tu presupuesto y disfrutar al máximo de la gastronomía europea, sea con un menú de lujo o con delicias locales a precios más que accesibles.

Tabla de contenidos

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La gastronomía española rinde homenaje a una de sus tapas más icónicas: la croqueta. En el Día Internacional de la Croqueta, que se celebra cada 16 de enero, esta delicia recibe toda la atención que merece. Aprovechando la ocasión, nos hemos dado a la difícil tarea de crear esta guía para descubrir dónde comer las mejores croquetas en España.

Hablar de croquetas es adentrarse en un mundo de creatividad infinita. Desde las clásicas de jamón hasta las más atrevidas de bacalao, rabo de toro o queso azul, cada una tiene su propio carácter. Y si nos fijamos en el rebozado, encontramos opciones para todos los gustos: desde el tradicional pan rallado hasta versiones innovadoras con panko o maíz tostado. 

Sin embargo, todas comparten algo en común: una bechamel perfectamente cocinada, sin grumos y con el punto exacto de melosidad, acompañada de una fritura que logre ese crujido característico que da sentido a su nombre, derivado del verbo francés croquer.

Croquetas Michelin

El bocado delicioso de un plato tradicional, elevado a la categoría de alta gastronomía, es lo que ofrecen los restaurantes más destacados de la guía Michelin. En sus propuestas, las croquetas dejan de ser una simple tapa para convertirse en una experiencia culinaria inolvidable.

¿Los más sonados? En Asturias, nombres como Casa Marcial (3 estrellas) y Casa Gerardo (1 estrella) se encuentran a la vanguardia. En El Corral del Indianu (1 estrella) y Regueiro (Tox), sus croquetas también se han ganado un lugar privilegiado en el panorama gastronómico nacional. La delicadeza de sus elaboraciones y la calidad de sus ingredientes hacen que cada bocado sea pura magia.

En otras partes de España, destacan las croquetas de jamón ibérico en Solana (1 estrella) y las de Trivio en Cuenca, donde la chacina estrella se convierte en arte. Para quienes buscan originalidad, las croquetas de tres carnes en Tatau Bistro (1 estrella) o las de pollo asado en Canalla Bistro (Valencia) son opciones imprescindibles. También merece una mención especial la versión de cocido de la abuela Manuela que se sirve en Tapas 3.0 (Salamanca), una auténtica oda a la tradición familiar, destaca la Guía Michelin.

Barcelona no se queda atrás. Lugares como Freixa Tradició y Vivanda (ambos reconocidos con un Bib Gourmand), junto con Mont Bar y Bardeni-Caldeni, presentan croquetas irresistibles, con propuestas donde la carne toma un protagonismo especial.

Por último, no podemos olvidar las emblemáticas croquetas de Echaurren (La Rioja), elaboradas siguiendo la receta de Marisa Sánchez, Premio Nacional de Gastronomía en 1987 y madre del chef dos estrellas Michelin, Francis Paniego. Estas croquetas han trascendido fronteras y son consideradas un icono en la alta cocina española.

Croqueta del Echaurren. Cortesía Guía Michelin.

Las de jamón

Si hay una croqueta que conquista paladares de norte a sur, es la de jamón. Su popularidad es indiscutible, tanto entre los comensales como en los concursos culinarios que buscan coronar a la mejor de España.

En Toledo, Iván Cerdeño ha marcado un antes y un después en la elaboración de croquetas. Su influencia es tal que varios de los ganadores recientes del Campeonato de Croquetas de Jamón son discípulos suyos. No lejos de ahí, las croquetas de jamón ibérico de José Manuel Gallego, también en Toledo, destacan por su calidad y ejecución, al punto de ser consideradas dignas de concurso. Cañitas Maite, otro representante toledano, se lleva el prestigioso título de Mejor Croqueta de Jamón Joselito en el concurso de Madrid Fusión 2021.

Más al sur, en Albacete, Ababol brilló con su croqueta elaborada con Jamón 5Jotas, conquistando el título de Mejor Croqueta de España en 2023.

En Asturias, las croquetas de jamón de Casa Belarmino han mantenido su fama a lo largo de los años. Finalistas en Madrid Fusión 2020, son un ejemplo de tradición y excelencia que sigue enamorando a quienes las prueban.

El restaurante Quinqué de Madrid se alzó como campeón de la Mejor Croqueta de Jamón de España en 2024. Entre los finalistas de ese año están el restaurante Pandora (Avilés), Flama (Valencia), La Barra de la Tasquería (Madrid), Santabar (Alicante), Jardín de los Duques (Madrid) y Jorge Lozano del restaurante Portal del Lino (Salamanca). Cada uno de ellos destaca por esta icónica tapa.

El norte destaca con las mejores croquetas

Cuando se trata de croquetas, el norte de España se posiciona como una auténtica cuna de excelencia. En Asturias y Burgos, los chefs han logrado crear versiones únicas que combinan tradición, innovación y una técnica impecable, elevando esta tapa a niveles inigualables.

En Oviedo, Pedro Martino, del restaurante Naguar, ha ganado reconocimiento por sus croquetas excepcionales. En Regueiro (Asturias), las croquetas han alcanzado el estatus de leyenda y han obtenido el premio a la Mejor Croqueta del Mundo en 2015, un reconocimiento que reafirma la maestría de su cocina. Otro imprescindible asturiano es Casa Gerardo, cuyas croquetas de compango de fabada se han convertido en una referencia indiscutible.

En Burgos, Cobo Estratos sorprende con su ‘Croqueta de leche fresca de vaca e ibérico’. Este restaurante combina la pureza de la leche local con la intensidad del jamón ibérico, logrando un equilibrio sublime que convierte cada bocado en una experiencia inolvidable.

Las croquetas de Madrid

Madrid, con su vibrante escena gastronómica, se posiciona como uno de los epicentros de las mejores croquetas de España. La capital ofrece desde las más tradicionales hasta las creaciones más innovadoras, conquistando a locales y turistas por igual.

El restaurante Tres por Cuatro ha destacado como finalista en el campeonato a la Mejor Croqueta de Jamón 2024, consolidándose como un referente en la escena croquetera madrileña. Otra de las grandes favoritas son las croquetas de Arzábal, cuya receta incorpora leche de oveja para intensificar su sabor.

En el barrio de Tetuán, Viavélez, una taberna de esencia asturiana dirigida por Paco Ron, deleita con dos variedades excepcionales: jamón y gambas. Por su parte, El Quinto Vino, una taberna castiza de renombre, sorprende con sus emblemáticas “croquetas de Esperanza”, elaboradas con jamón serrano y conocidas por su tamaño generoso y sabor tradicional.

Para los amantes de la creatividad, La Gastroteca de Chema es una parada obligatoria. Este restaurante, dirigido por Chema Soler, reinventa la croqueta con combinaciones únicas como tex mex de pollo, guacamole y jalapeños, pato con foie, o incluso croquetas líquidas de queso con confitura de tomate y olivas negras. Su carta es un paraíso para los croqueteros más atrevidos.

Entre los imprescindibles de Madrid también destacan las propuestas de La Tasquita de Enfrente, Cañadío, y BiBo Madrid, donde el chef Dani García mantiene la esencia de sus recetas originales, con opciones como jamón con polvo seco de tomate o chipirones en su tinta.

El restaurante Santerra también merece mención especial, cuyas croquetas de jamón ibérico se han alzado como las Mejores Croquetas del Mundo en Madrid Fusión 2018. Y si lo que buscas es historia y autenticidad, la taberna Casa Julio no decepciona. Su carta incluye opciones únicas como espinacas con pasas y gorgonzola, morcilla con membrillo, setas con puerros, queso azul, y muchas más.

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