Gastro

Por qué la cúrcuma está de moda y cómo incluirla en la dieta

Del curry a los cafés trendy: así se ha convertido la cúrcuma en el ingrediente estrella del momento.

2 minutos

3/6/25

No es solo una especia más en el estante del supermercado, es la protagonista indiscutible de cafés de especialidad, batidos verdes, postres ‘instagrameables’ y hasta cócteles de autor. La cúrcuma se ha convertido en el it girl del mundo gastronómico y del bienestar. ¿La razón? Un cóctel perfecto entre su vibrante color dorado, su historia milenaria como planta medicinal y, claro, una buena dosis de marketing moderno.

Basta con dar una vuelta por cualquier herbolario o tienda eco para encontrarla en todas sus versiones: polvo, cápsulas, lattes, shots, e incluso mascarillas faciales. Su forma más sencilla y segura de consumo sigue siendo en polvo, ideal para espolvorear sobre tus platos como si fuera polvo mágico. Porque, de hecho, para muchas personas lo es: un superalimento cargado de promesas saludables.

Y no hablamos solo de los gurús del yoga o las influencers del brunch dominguero. La cúrcuma ha conquistado desde chefs en busca de nuevos sabores hasta nutricionistas que la recomiendan por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y digestivas. Ha pasado de ser un secreto ancestral de la cocina india a volverse la protagonista de recetas healthy que lucen tan bien en el paladar como en las redes.

¿A qué viene tanta euforia por la cúrcuma? 

La fascinación actual por la cúrcuma no es pura coincidencia. Hay una avalancha de estudios científicos en curso que están investigando sus posibles beneficios… aunque ojo, no se centran precisamente en el uso culinario, sino en la curcumina pura y concentrada como ingrediente estrella de suplementos y cápsulas. O sea, el negocio en formato pastilla.

Y si alguna vez has estado en una casa india, sabrás que esta especia no solo sirve para dar color al curry. Allí, la combinan con leche caliente y otros condimentos como un remedio infalible contra los resfriados. Esta tradición ha inspirado a chefs innovadores a lanzar bebidas gourmet como la famosa “leche dorada”, una mezcla de cúrcuma con jugo de almendras o castañas que ya se sirve en las cafeterías más trendy.

La llaman golden milk como si fuera una bebida milagrosa, y lo cierto es que muchos le atribuyen propiedades casi mágicas: antioxidante, antiinflamatoria, fortalecedora del sistema inmune, desintoxicante y hasta regeneradora hepática.

Y no se queda solo en la taza. La cúrcuma está metiéndose en todo: sopas, ensaladas, batidos, postres y hasta en rutinas de belleza. Si estás en modo “detox”, una cucharadita de este polvo amarillo puede convertirse en tu mejor aliada para limpiar el organismo y darle un empujón al metabolismo.

¿Y qué hay de cierto en sus súper poderes?

A estas alturas, podría parecer que la cúrcuma es poco menos que la varita mágica del bienestar. Pero seamos realistas: si estás esperando una transformación milagrosa por echarle media cucharadita al arroz, mejor baja las expectativas. La verdad es que, en las cantidades que usamos normalmente en la cocina, sus efectos son más bien simbólicos que terapéuticos.

Como condimento, la cúrcuma se usa en dosis tan pequeñas y con tan poca frecuencia que no tiene mucho sentido hablar de su aporte nutricional. No es como si te estuvieras comiendo una ensalada de cúrcuma. Eso sí, tiene su punto a favor: puede ayudarte a reducir el uso de sal en tus platos, y eso ya es una pequeña victoria para la salud cardiovascular.

Ahora bien, cuando se trata de la curcumina, ahí la cosa se pone más interesante. En su forma más concentrada, como suplemento o cúrcuma fresca, sí que se ha demostrado que posee potentes efectos antioxidantes y podría actuar como antiinflamatorio, analgésico e incluso anticancerígeno.

En resumen: la cúrcuma es una especia saludable, sí, pero no es un milagro en polvo. Su lugar está en la cocina como un aliado que da color, sabor y un pequeño empujón a tu bienestar, no como sustituto de tratamientos médicos ni como atajo para una vida más larga y mejor.

Tabla de contenidos

Heading 4

La gastronomía española rinde homenaje a una de sus tapas más icónicas: la croqueta. En el Día Internacional de la Croqueta, que se celebra cada 16 de enero, esta delicia recibe toda la atención que merece. Aprovechando la ocasión, nos hemos dado a la difícil tarea de crear esta guía para descubrir dónde comer las mejores croquetas en España.

Hablar de croquetas es adentrarse en un mundo de creatividad infinita. Desde las clásicas de jamón hasta las más atrevidas de bacalao, rabo de toro o queso azul, cada una tiene su propio carácter. Y si nos fijamos en el rebozado, encontramos opciones para todos los gustos: desde el tradicional pan rallado hasta versiones innovadoras con panko o maíz tostado. 

Sin embargo, todas comparten algo en común: una bechamel perfectamente cocinada, sin grumos y con el punto exacto de melosidad, acompañada de una fritura que logre ese crujido característico que da sentido a su nombre, derivado del verbo francés croquer.

Croquetas Michelin

El bocado delicioso de un plato tradicional, elevado a la categoría de alta gastronomía, es lo que ofrecen los restaurantes más destacados de la guía Michelin. En sus propuestas, las croquetas dejan de ser una simple tapa para convertirse en una experiencia culinaria inolvidable.

¿Los más sonados? En Asturias, nombres como Casa Marcial (3 estrellas) y Casa Gerardo (1 estrella) se encuentran a la vanguardia. En El Corral del Indianu (1 estrella) y Regueiro (Tox), sus croquetas también se han ganado un lugar privilegiado en el panorama gastronómico nacional. La delicadeza de sus elaboraciones y la calidad de sus ingredientes hacen que cada bocado sea pura magia.

En otras partes de España, destacan las croquetas de jamón ibérico en Solana (1 estrella) y las de Trivio en Cuenca, donde la chacina estrella se convierte en arte. Para quienes buscan originalidad, las croquetas de tres carnes en Tatau Bistro (1 estrella) o las de pollo asado en Canalla Bistro (Valencia) son opciones imprescindibles. También merece una mención especial la versión de cocido de la abuela Manuela que se sirve en Tapas 3.0 (Salamanca), una auténtica oda a la tradición familiar, destaca la Guía Michelin.

Barcelona no se queda atrás. Lugares como Freixa Tradició y Vivanda (ambos reconocidos con un Bib Gourmand), junto con Mont Bar y Bardeni-Caldeni, presentan croquetas irresistibles, con propuestas donde la carne toma un protagonismo especial.

Por último, no podemos olvidar las emblemáticas croquetas de Echaurren (La Rioja), elaboradas siguiendo la receta de Marisa Sánchez, Premio Nacional de Gastronomía en 1987 y madre del chef dos estrellas Michelin, Francis Paniego. Estas croquetas han trascendido fronteras y son consideradas un icono en la alta cocina española.

Croqueta del Echaurren. Cortesía Guía Michelin.

Las de jamón

Si hay una croqueta que conquista paladares de norte a sur, es la de jamón. Su popularidad es indiscutible, tanto entre los comensales como en los concursos culinarios que buscan coronar a la mejor de España.

En Toledo, Iván Cerdeño ha marcado un antes y un después en la elaboración de croquetas. Su influencia es tal que varios de los ganadores recientes del Campeonato de Croquetas de Jamón son discípulos suyos. No lejos de ahí, las croquetas de jamón ibérico de José Manuel Gallego, también en Toledo, destacan por su calidad y ejecución, al punto de ser consideradas dignas de concurso. Cañitas Maite, otro representante toledano, se lleva el prestigioso título de Mejor Croqueta de Jamón Joselito en el concurso de Madrid Fusión 2021.

Más al sur, en Albacete, Ababol brilló con su croqueta elaborada con Jamón 5Jotas, conquistando el título de Mejor Croqueta de España en 2023.

En Asturias, las croquetas de jamón de Casa Belarmino han mantenido su fama a lo largo de los años. Finalistas en Madrid Fusión 2020, son un ejemplo de tradición y excelencia que sigue enamorando a quienes las prueban.

El restaurante Quinqué de Madrid se alzó como campeón de la Mejor Croqueta de Jamón de España en 2024. Entre los finalistas de ese año están el restaurante Pandora (Avilés), Flama (Valencia), La Barra de la Tasquería (Madrid), Santabar (Alicante), Jardín de los Duques (Madrid) y Jorge Lozano del restaurante Portal del Lino (Salamanca). Cada uno de ellos destaca por esta icónica tapa.

El norte destaca con las mejores croquetas

Cuando se trata de croquetas, el norte de España se posiciona como una auténtica cuna de excelencia. En Asturias y Burgos, los chefs han logrado crear versiones únicas que combinan tradición, innovación y una técnica impecable, elevando esta tapa a niveles inigualables.

En Oviedo, Pedro Martino, del restaurante Naguar, ha ganado reconocimiento por sus croquetas excepcionales. En Regueiro (Asturias), las croquetas han alcanzado el estatus de leyenda y han obtenido el premio a la Mejor Croqueta del Mundo en 2015, un reconocimiento que reafirma la maestría de su cocina. Otro imprescindible asturiano es Casa Gerardo, cuyas croquetas de compango de fabada se han convertido en una referencia indiscutible.

En Burgos, Cobo Estratos sorprende con su ‘Croqueta de leche fresca de vaca e ibérico’. Este restaurante combina la pureza de la leche local con la intensidad del jamón ibérico, logrando un equilibrio sublime que convierte cada bocado en una experiencia inolvidable.

Las croquetas de Madrid

Madrid, con su vibrante escena gastronómica, se posiciona como uno de los epicentros de las mejores croquetas de España. La capital ofrece desde las más tradicionales hasta las creaciones más innovadoras, conquistando a locales y turistas por igual.

El restaurante Tres por Cuatro ha destacado como finalista en el campeonato a la Mejor Croqueta de Jamón 2024, consolidándose como un referente en la escena croquetera madrileña. Otra de las grandes favoritas son las croquetas de Arzábal, cuya receta incorpora leche de oveja para intensificar su sabor.

En el barrio de Tetuán, Viavélez, una taberna de esencia asturiana dirigida por Paco Ron, deleita con dos variedades excepcionales: jamón y gambas. Por su parte, El Quinto Vino, una taberna castiza de renombre, sorprende con sus emblemáticas “croquetas de Esperanza”, elaboradas con jamón serrano y conocidas por su tamaño generoso y sabor tradicional.

Para los amantes de la creatividad, La Gastroteca de Chema es una parada obligatoria. Este restaurante, dirigido por Chema Soler, reinventa la croqueta con combinaciones únicas como tex mex de pollo, guacamole y jalapeños, pato con foie, o incluso croquetas líquidas de queso con confitura de tomate y olivas negras. Su carta es un paraíso para los croqueteros más atrevidos.

Entre los imprescindibles de Madrid también destacan las propuestas de La Tasquita de Enfrente, Cañadío, y BiBo Madrid, donde el chef Dani García mantiene la esencia de sus recetas originales, con opciones como jamón con polvo seco de tomate o chipirones en su tinta.

El restaurante Santerra también merece mención especial, cuyas croquetas de jamón ibérico se han alzado como las Mejores Croquetas del Mundo en Madrid Fusión 2018. Y si lo que buscas es historia y autenticidad, la taberna Casa Julio no decepciona. Su carta incluye opciones únicas como espinacas con pasas y gorgonzola, morcilla con membrillo, setas con puerros, queso azul, y muchas más.

Otros artículos de Last.app

Algunos de nuestros artículos

NegocioDiferencias entre dark, ghost y cloud kitchen

Dark, ghost y cloud kitchens: tres formas distintas de cocinar solo para delivery y hacer crecer tu negocio sin local propio.

NegocioConsejos para evitar el descuadre de caja en un bar

Evita descuadres de caja en tu bar con tecnología, buenas prácticas y un equipo bien formado.

GastroCafeterías bonitas en Madrid

Cafeterías con encanto en Madrid donde el café, el diseño y lo instagrameable van de la mano.

GastroMejores cócteles de verano

¿Listas las copas? El verano no espera. Brindemos por los sabores, los momentos y todos esos tragos que saben mejor cuando hace calor.

Ver todos