Una nueva polémica se ha desatado en redes sociales y ha generado un debate que va mucho más allá del café. En pleno corazón de la Barceloneta, un bar ha decidido aplicar una política de precios que ha dejado perplejos a muchos: cobrar en función del tiempo que pases sentado en su terraza.
La cafetería que cobra por minutos
La noticia, revelada por Barcelona Secreta, comenzó a circular a raíz de una publicación en la red social X (antes Twitter) que se volvió viral. En la imagen, tomada en la cafetería Perfetto ubicada en la Barceloneta, puede verse un cartel sobre la mesa detallando una insólita tabla de precios. El café con leche o el capuchino, que cuesta 1,60 € si lo consumes en menos de media hora, pasa a costar 2,50 € si te quedas entre 30 y 60 minutos. Pero si decides extender la charla o tu momento de relax más allá de una hora, el precio asciende a 4 €.
Esta curiosa política ha desatado una ola de reacciones encontradas. Mientras muchos usuarios expresaban su indignación, acusando al local de prácticas abusivas, otros defendían la medida argumentando que la rotación de mesas es esencial en zonas tan turísticas como la Barceloneta.
En los comentarios al tuit, incluso surgieron otras polémicas en torno al establecimiento. Algunos internautas empezaron a compartir capturas de las respuestas que el bar da a las reseñas negativas en Google Maps, algunas de ellas con tono despectivo o directamente insultante. Un comportamiento que, en lugar de mitigar la crisis de imagen, parece haberla intensificado.
En cualquier caso, este incidente ha vuelto a poner sobre la mesa un tema recurrente en Barcelona: el uso y abuso del espacio público, los precios que afectan tanto a turistas como a residentes, y cómo el simple hecho de tomar un café puede convertirse en una cuestión de tiempo… y dinero.
¿Es legal que te suban el precio del café por el tiempo que pases en la terraza?
La respuesta corta es: sí, siempre que esté debidamente informado al consumidor antes de realizar el pedido.
La legislación española, a través de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, permite que los establecimientos fijen libremente sus precios, incluyendo tarifas por tiempo de uso del espacio, siempre que haya transparencia. Es decir, el cliente debe ser informado claramente del sistema de tarifas antes de efectuar su consumo. De no ser así, podría considerarse una práctica desleal o abusiva.
En este caso, al estar el cartel visible sobre la mesa, Perfetto cumple formalmente con ese requisito, aunque ello no impida que la medida sea controvertida desde un punto de vista ético o comercial.
Eso sí, si el cliente no ve el cartel hasta después de haber pedido y consumido, podría tener base para reclamar, ya que el precio debería ser conocido de antemano. La clave está en la claridad de la información y el consentimiento implícito al aceptar las condiciones.
Este fenómeno no es nuevo: en algunos países como Italia o Francia, ya existen tarifas diferenciadas entre barra, sala o terraza. Lo que sorprende aquí es que el criterio sea el tiempo y no el lugar, lo cual representa una vuelta de tuerca más en la dinámica de consumo urbano.
La gastronomía española rinde homenaje a una de sus tapas más icónicas: la croqueta. En el Día Internacional de la Croqueta, que se celebra cada 16 de enero, esta delicia recibe toda la atención que merece. Aprovechando la ocasión, nos hemos dado a la difícil tarea de crear esta guía para descubrir dónde comer las mejores croquetas en España.
Hablar de croquetas es adentrarse en un mundo de creatividad infinita. Desde las clásicas de jamón hasta las más atrevidas de bacalao, rabo de toro o queso azul, cada una tiene su propio carácter. Y si nos fijamos en el rebozado, encontramos opciones para todos los gustos: desde el tradicional pan rallado hasta versiones innovadoras con panko o maíz tostado.
Sin embargo, todas comparten algo en común: una bechamel perfectamente cocinada, sin grumos y con el punto exacto de melosidad, acompañada de una fritura que logre ese crujido característico que da sentido a su nombre, derivado del verbo francés croquer.
Croquetas Michelin
El bocado delicioso de un plato tradicional, elevado a la categoría de alta gastronomía, es lo que ofrecen los restaurantes más destacados de la guía Michelin. En sus propuestas, las croquetas dejan de ser una simple tapa para convertirse en una experiencia culinaria inolvidable.
¿Los más sonados? En Asturias, nombres como Casa Marcial (3 estrellas) y Casa Gerardo (1 estrella) se encuentran a la vanguardia. En El Corral del Indianu (1 estrella) y Regueiro (Tox), sus croquetas también se han ganado un lugar privilegiado en el panorama gastronómico nacional. La delicadeza de sus elaboraciones y la calidad de sus ingredientes hacen que cada bocado sea pura magia.
En otras partes de España, destacan las croquetas de jamón ibérico enSolana (1 estrella) y las de Trivio en Cuenca, donde la chacina estrella se convierte en arte. Para quienes buscan originalidad, las croquetas de tres carnes en Tatau Bistro (1 estrella) o las de pollo asado en Canalla Bistro (Valencia) son opciones imprescindibles. También merece una mención especial la versión de cocido de la abuela Manuela que se sirve en Tapas 3.0 (Salamanca), una auténtica oda a la tradición familiar, destaca la Guía Michelin.
Barcelona no se queda atrás. Lugares como Freixa Tradició y Vivanda (ambos reconocidos con un Bib Gourmand), junto con Mont Bar y Bardeni-Caldeni, presentan croquetas irresistibles, con propuestas donde la carne toma un protagonismo especial.
Por último, no podemos olvidar las emblemáticas croquetas de Echaurren (La Rioja), elaboradas siguiendo la receta de Marisa Sánchez, Premio Nacional de Gastronomía en 1987 y madre del chef dos estrellas Michelin, Francis Paniego. Estas croquetas han trascendido fronteras y son consideradas un icono en la alta cocina española.
Croqueta del Echaurren. Cortesía Guía Michelin.
Las de jamón
Si hay una croqueta que conquista paladares de norte a sur, es la de jamón. Su popularidad es indiscutible, tanto entre los comensales como en los concursos culinarios que buscan coronar a la mejor de España.
En Toledo, Iván Cerdeño ha marcado un antes y un después en la elaboración de croquetas. Su influencia es tal que varios de los ganadores recientes del Campeonato de Croquetas de Jamón son discípulos suyos. No lejos de ahí, las croquetas de jamón ibérico de José Manuel Gallego, también en Toledo, destacan por su calidad y ejecución, al punto de ser consideradas dignas de concurso. Cañitas Maite, otro representante toledano, se lleva el prestigioso título de Mejor Croqueta de Jamón Joselito en el concurso de Madrid Fusión 2021.
Más al sur, en Albacete, Ababol brilló con su croqueta elaborada con Jamón 5Jotas, conquistando el título de Mejor Croqueta de España en 2023.
En Asturias, las croquetas de jamón de Casa Belarmino han mantenido su fama a lo largo de los años. Finalistas en Madrid Fusión 2020, son un ejemplo de tradición y excelencia que sigue enamorando a quienes las prueban.
El restaurante Quinqué de Madrid se alzó como campeón de la Mejor Croqueta de Jamón de España en 2024. Entre los finalistas de ese año están el restaurante Pandora (Avilés), Flama (Valencia), La Barra de la Tasquería (Madrid), Santabar (Alicante), Jardín de los Duques (Madrid) y Jorge Lozano del restaurante Portal del Lino (Salamanca). Cada uno de ellos destaca por esta icónica tapa.
Cuando se trata de croquetas, el norte de España se posiciona como una auténtica cuna de excelencia. En Asturias y Burgos, los chefs han logrado crear versiones únicas que combinan tradición, innovación y una técnica impecable, elevando esta tapa a niveles inigualables.
En Oviedo, Pedro Martino, del restaurante Naguar, ha ganado reconocimiento por sus croquetas excepcionales. En Regueiro (Asturias), las croquetas han alcanzado el estatus de leyenda y han obtenido el premio a la Mejor Croqueta del Mundo en 2015, un reconocimiento que reafirma la maestría de su cocina. Otro imprescindible asturiano es Casa Gerardo, cuyas croquetas de compango de fabada se han convertido en una referencia indiscutible.
En Burgos, Cobo Estratos sorprende con su ‘Croqueta de leche fresca de vaca e ibérico’. Este restaurante combina la pureza de la leche local con la intensidad del jamón ibérico, logrando un equilibrio sublime que convierte cada bocado en una experiencia inolvidable.
Las croquetas de Madrid
Madrid, con su vibrante escena gastronómica, se posiciona como uno de los epicentros de las mejores croquetas de España. La capital ofrece desde las más tradicionales hasta las creaciones más innovadoras, conquistando a locales y turistas por igual.
El restaurante Tres por Cuatro ha destacado como finalista en el campeonato a la Mejor Croqueta de Jamón 2024, consolidándose como un referente en la escena croquetera madrileña. Otra de las grandes favoritas son las croquetas de Arzábal, cuya receta incorpora leche de oveja para intensificar su sabor.
En el barrio de Tetuán, Viavélez, una taberna de esencia asturiana dirigida por Paco Ron, deleita con dos variedades excepcionales: jamón y gambas. Por su parte, El Quinto Vino, una taberna castiza de renombre, sorprende con sus emblemáticas “croquetas de Esperanza”, elaboradas con jamón serrano y conocidas por su tamaño generoso y sabor tradicional.
Para los amantes de la creatividad, La Gastroteca de Chema es una parada obligatoria. Este restaurante, dirigido por Chema Soler, reinventa la croqueta con combinaciones únicas como tex mex de pollo, guacamole y jalapeños, pato con foie, o incluso croquetas líquidas de queso con confitura de tomate y olivas negras. Su carta es un paraíso para los croqueteros más atrevidos.
Entre los imprescindibles de Madrid también destacan las propuestas de La Tasquita de Enfrente, Cañadío, y BiBo Madrid, donde el chef Dani García mantiene la esencia de sus recetas originales, con opciones como jamón con polvo seco de tomate o chipirones en su tinta.
El restaurante Santerra también merece mención especial, cuyas croquetas de jamón ibérico se han alzado como las Mejores Croquetas del Mundo en Madrid Fusión 2018. Y si lo que buscas es historia y autenticidad, la taberna Casa Julio no decepciona. Su carta incluye opciones únicas como espinacas con pasas y gorgonzola, morcilla con membrillo, setas con puerros, queso azul, y muchas más.
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