November 14, 2022
3 min lectura
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A pesar del crecimiento del delivery en restaurantes, potenciado por la pandemia y las restricciones impuestas al sector horeca, la sala vuelve a tomar fuerza y ya recupera terreno.
November 14, 2022
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A pesar del crecimiento del delivery en restaurantes, potenciado por la pandemia y las restricciones impuestas al sector horeca, la sala vuelve a tomar fuerza y ya recupera terreno.
La crisis sanitaria ha traído consigo grandes cambios de comportamiento, especialmente en un sector tan afectado como la restauración.
Una de las tendencias más interesantes ha sido el inevitable crecimiento del delivery. Este se ha visto potenciado no sólo por modelos más novedosos como las dark kitchen, sino también por la inherente necesidad de restaurantes tradicionales y nuevos de potenciar su venta a través de los canales de delivery.
Desde inicios de verano la situación ha ido adaptándose a una nueva realidad donde el servicio de sala ha subido casi un 37%, volviendo a recuperar la cabecera en muchos de los restaurantes según nuestros datos.
Sin embargo, este cambio circunstancial no le ha quitado peso alguno al delivery, donde restaurantes con servicio de sala consiguen todavía hoy más ingresos a través del servicio a domicilio que de sala.
Lo que antes era un añadido pasó a ser obligatorio durante la pandemia. Los restaurantes se vieron obligados a adaptar y potenciar sus servicios de delivery para sobrevivir en un periodo que demostró la gran versatilidad de un sector tan perjudicado como el hostelero.
Si bien la tendencia del servicio a domicilio ya iba al alza gracias a agregadores y servicios de venta online, ha sido el confinamiento el que ha consagrado el delivery como un canal necesario y altamente beneficioso para todo tipo de restaurantes.
La nueva normalidad demuestra que, a pesar del previsible crecimiento del servicio de sala, los grandes volúmenes de venta por delivery han venido para quedarse.
A lo largo de este último año la gran mayoría de establecimientos se han visto obligados a vender únicamente a través del servicio a domicilio. Dado a esta situación, poco después del confinamiento más del 83% del volumen de venta se debía exclusivamente al delivery.
Lo cierto es que aún no se ha dejado atrás el pedir comida por teléfono, pero sí que se ha diversificado tanto los modelos de negocio como los canales de compra y distribución. Se han potenciado dark kitchens o cocinas fantasmas, así como restaurantes multimarca.
Los canales se han profesionalizado complementando a los agregadores de delivery con canales propios integrados con flotas de reparto o propias, sistemas de fidelización, portales marketplace multimarca y software dedicado para restauración y delivery.
Sin duda alguna este periodo tan extraordinario para el mundo y el sector de restauración ha potenciado el crecimiento de un servicio que, aún con más de 30 años de presencia en nuestro país, ha sabido evolucionar, adaptarse y crecer: El delivery.
A pesar del crecimiento del delivery en restaurantes, potenciado por la pandemia y las restricciones impuestas al sector horeca, la sala vuelve a tomar fuerza y ya recupera terreno.
La crisis sanitaria ha traído consigo grandes cambios de comportamiento, especialmente en un sector tan afectado como la restauración.
Una de las tendencias más interesantes ha sido el inevitable crecimiento del delivery. Este se ha visto potenciado no sólo por modelos más novedosos como las dark kitchen, sino también por la inherente necesidad de restaurantes tradicionales y nuevos de potenciar su venta a través de los canales de delivery.
Desde inicios de verano la situación ha ido adaptándose a una nueva realidad donde el servicio de sala ha subido casi un 37%, volviendo a recuperar la cabecera en muchos de los restaurantes según nuestros datos.
Sin embargo, este cambio circunstancial no le ha quitado peso alguno al delivery, donde restaurantes con servicio de sala consiguen todavía hoy más ingresos a través del servicio a domicilio que de sala.
Lo que antes era un añadido pasó a ser obligatorio durante la pandemia. Los restaurantes se vieron obligados a adaptar y potenciar sus servicios de delivery para sobrevivir en un periodo que demostró la gran versatilidad de un sector tan perjudicado como el hostelero.
Si bien la tendencia del servicio a domicilio ya iba al alza gracias a agregadores y servicios de venta online, ha sido el confinamiento el que ha consagrado el delivery como un canal necesario y altamente beneficioso para todo tipo de restaurantes.
La nueva normalidad demuestra que, a pesar del previsible crecimiento del servicio de sala, los grandes volúmenes de venta por delivery han venido para quedarse.
A lo largo de este último año la gran mayoría de establecimientos se han visto obligados a vender únicamente a través del servicio a domicilio. Dado a esta situación, poco después del confinamiento más del 83% del volumen de venta se debía exclusivamente al delivery.
Lo cierto es que aún no se ha dejado atrás el pedir comida por teléfono, pero sí que se ha diversificado tanto los modelos de negocio como los canales de compra y distribución. Se han potenciado dark kitchens o cocinas fantasmas, así como restaurantes multimarca.
Los canales se han profesionalizado complementando a los agregadores de delivery con canales propios integrados con flotas de reparto o propias, sistemas de fidelización, portales marketplace multimarca y software dedicado para restauración y delivery.
Sin duda alguna este periodo tan extraordinario para el mundo y el sector de restauración ha potenciado el crecimiento de un servicio que, aún con más de 30 años de presencia en nuestro país, ha sabido evolucionar, adaptarse y crecer: El delivery.